miércoles, 13 de septiembre de 2017

Solución a la crónica

1981 vio nacer un hito en la historia de la literatura universal, un tal Gabriel había creado "Crónica de una muerte anunciada". 36 años más tarde, cualquier análisis sobre el tema a tratar, derivaría todas sus conclusiones en el mismo desenlace. El Rayo Vallecano está herido en todos los aspectos, y, aunque sea difícil tarea, trataremos de conseguir que la crónica de su muerte sea obviada.

El primer problema brota de las arenas del propio terreno de juego y de aquellos que la pisan. Un deteriorado Dorado y un jerarquizado pero debilitado Amaya parecen incapaces de mantener a raya a cualquier delantera rival, aumentando así las posibilidades de que un Alberto que no pasa por su mejor etapa sea incapaz de atajar balones con el nombre "gol" inscrito en su cuero. Los laterales también dejan ver carencias, pero a nivel global no están tan señalados como las torres centrales. Bien es cierto que Ernesto Galán no es del todo eficaz en el ataque, pero compensa con su capacidad de corte y velocidad. A la inversa, lo mismo ocurre con el gran Álex Moreno, que cumple allá donde se lo proponga y cada fin de semana se convierte en una pieza fundamental para el ataque rayista.
El ataque es el otro punto a tratar en este párrafo, dado que el conjunto vallecano está desaprovechando al posiblemente mejor jugador de la Segunda División, Óscar Trejo, en una posición que no es la que le corresponde. Además, las recientes incorporaciones de Chori Domínguez y Raúl de Tomás, piden a gritos desde el banquillo colaborar en el asalto a la primera categoría del fútbol español, asegurando así en el banquillo a un revulsivo como Lass, y un tridente que seguro se  consolidaría como cumbre del fútbol de plata.
El centro del campo es lo menos criticable de la plantilla, donde jugadores de la talla de Unai López, Santi Comesaña y Roberto Trashorras son capaces de burlar cualquier presión del rival. Sin embargo, me es posible encontrar una pega incluso a ello: la no presencia de quien es, para mí, el presente y el futuro de la franja, Fran Beltrán. Mantener a este jugador en el banquillo agitaría sus ganas de salir del club, lo que sería fácilmente catalogable como el mayor fracaso de la temporada del conjunto de Miguel Ángel Sánchez Muñoz, alias Míchel.

El segundo problema, y posiblemente el causante de todos los demás, está en la gestión del club. Un conjunto como el Rayo Vallecano, el Eibar o el Leganés se nutre y ha de nutrirse de la cantera, por lo que decisiones como la destitución de Juan Pedro (responsable de crear talento en la misma durante toda su vida) o la ignorancia y negatividad a la hora de renovar la ciudad deportiva, provoca que otros clubes como Leganés o Real Madrid, que no llevan a cabo esas políticas, obtengan del rayo jóvenes talentos con ganas de huir de la gestión del sr. Raúl Martín Presa. Errores imperdonables, como el "proyecto" Oklahoma, también ha tenido repercusión en el equipo, como la escasez y tardanza de fichajes para la presente temporada.

Por último en esta reflexión (no en el club) y ligado también al responsable anterior, tenemos la constante rivalidad de la grada, en su totalidad, y el palco. Lo último de esta irreconciliable disputa es la prohibición de introducir pancartas en el Estadio de Vallecas, un hecho incomprensible para cualquier aficionado al fútbol, independientemente de sus creencias o colores.

Seguiremos tratando esta continua pugna del barrio de Vallecas y quien ignora sus principios. De momento jugamos en Sevilla, donde las pancartas están permitidas y la afición se sentirá menos perseguida que en su propia casa. Continuará...

J.M.Vergas

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