De un barco hundido nace un Holandés Errante, diría William Turner (Orlando Bloom) en la conocida saga de Disney Pixar, Piratas del Caribe. Dadas las circunstancias futbolísticas que pasean por la Avenida de la Albufera y sus aledaños desde el comienzo de temporada allá por Agosto de 2016, cualquier rayista, tras la llegada de Míchel al banquillo franjirrojo, diría exactamente lo mismo.
Comenzó esta andadura el 28 de Agosto de 2016, tras un fatídico descenso a Segunda División y un ilusionante regreso al puesto de entrenador del hombre de los milagros, José Ramón Sandoval, un técnico comprometido con la filosofía deportiva del club y que, no lo olvidemos, ascendió con este conjunto seis temporadas atrás sin cobrar él, ni tampoco los propios jugadores. A pesar de lo que podía esperarse, el juego del equipo dejaba muchas dudas y los resultados no terminaban de llegar; la vuelta a la élite estaba cada vez más lejos.
La directiva de la entidad vallecana, buscando solucionar la falta de ilusión, o eso daban a entender, cesó al madrileño para firmar un contrato al ex jugador del Valencia Club de Fútbol, entre otros, Rubén Baraja. Sin embargo, lejos de cambiar de sentido, el rumbo del Rayo Vallecano no fue sino a peor. El conjunto madrileño entraba en descenso y la falta de victorias era cada vez más notable, la afición lamentaba lo que parecía evidente: un nuevo descenso al infierno de la Segunda B.
Para calmar las enfurecidas gargantas de toda la afición rayista, cantando al unísono el "Presa vete ya", el presidente llevó a cabo la segunda rescisión de contrato a un entrenador en una sola temporada. Fue entonces cuando todo cambió, fue entonces cuando tomó las riendas Miguel Ángel Sánchez Muñoz, Míchel, el gran capitán. El buen juego volvía al Estadio de Vallecas y los aficionados que viajaban a apoyar a su equipo veían por primera vez en mucho tiempo su esfuerzo recompensado. Volvió la actitud. Volvió la ilusión.
Actualmente el Rayo está 18º en la clasificación de la División de Plata y el entrenador madrileño ha traído consigo al barrio 4 puntos en 4 partidos, que, posiblemente, sean pocos, pero lo más importante que ha llevado a sus espaldas es la unión de una afición y unos jugadores que han vuelto a encontrar el camino hacia la salvación.
Jorge Martínez Vergas
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