Mundialmente conocida como "Sons o Anarchy", creada por Kurt Sutter y retransmitida por el gigante televisivo Fox, esta serie ha hecho historia.
En un pueblo ficticio de California, Jax Teller (Charlie Hunnam) es miembro privilegiado de un club de moteros que bien podrían identificarse con los reales Ángeles del Infierno. Comenzando como vicepresidente del club, como ellos lo llaman, y, perdónenme el spoiler, llegando posteriormente a ser el presidente del mismo, guía a sus hermanos hacia el monopolio total del tráfico ilegal de armas en toda la costa californiana, batallando mental, intelectual, física y armamentísticamente con otras bandas organizadas de dicho estado norteamericano.
Con 5,4 millones de espectadores de media en la emisión de la primera temporada en Estados Unidos y la presencia de profesionales de la talla del mencionado Charlie Hunnam (Pete en Green Street Hooligans), Katey Sagal, Ron Perlman (Hellboy) o Maggie Siff (Wendy en Billions) y con secundarios como Tommy Flanagan, Theo Rossi o David LaBrava, "Hijos de la Anarquía" se ha convertido, junto con "Juego de Tronos" o "Breacking Bad", en una de las series de mayor éxito y aceptación a nivel global.
Esta obra de arte no sólo nos muestra el modus operandi y el modo de vida de una banda criminal, sino que te hace ser absorbido por la pantalla, siendo usted, el espectador, un miembro más de todas las peripecias que los hijos llevan a cabo. Odiará a la policía y temerá la cárcel o ser pillado con un cargamento de kalashnikov por momentos, incluso se sentirá repugnado consigo mismo. En cambio, y esto si se lo aseguro, mientras atraviese el televisor, el ordenador, la tablet o el smartphone, se sentirá más vivo que nunca.
Si tratan ustedes con algún espectador de esta serie, cabe la posibilidad de que les mencione que el desarrollo de la serie resulta monótono, siendo la primera temporada la más espectacular y perdiendo fuerza, por tanto, según avanzan las siguientes. Según mi experiencia, he de decir que esta afirmación no es del todo falsa. El "boom" de la serie se produce, por norma general, desde el primer capítulo de la misma y, según pasan los episodios, la sensación conocida como "estar enganchado" va perdiendo fuerza, no por la pérdida de calidad en los episodios, sino por la monotonía que se produce más o menos a partir de la quinta o sexta temporada, siendo siete el total y contando cada una con 13 episodios. Sin embargo, no comparto la popular afirmación que trata de otorgar la matrícula de honor a la primera temporada. Bajo mi punto de vista, una serie, así como una película o un libro, no deben ser juzgados por su final, sino por su desarrollo durante el contacto con el mismo. En este caso, tal vez por el cariño y la cercanía que acabas sintiendo con los personajes, el desarrollo tiene suma importancia en tu sensación final con el resultado, pero es realmente el momento en el que finalmente te despides de ellos cuando te das cuenta de que es esta, repito, en mi opinión, la mejor serie televisiva realizada hasta ahora.
Recomiendo, sin ninguna duda, a los aficionados y aficionadas a la intriga, la acción y la más cruda de las realidades, que se introduzcan de lleno en el universo del pueblo californiano de Charming y se sientan durante 92 horas de emoción, lágrimas y rabia, como unos auténticos delincuentes.
J.M.Vergas
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